A través de la historia de la expresión artística, la relación entre la literatura y las artes ha cautivado a no pocos escritores, artistas e intelectuales. Esta fructífera conexión es intensa en las obras de E. Pardo Bazán. Sugestionada ante la figura del artista y la fuerza del arte, la condesa, toda una diletante, se rinde ante el poder de las sensaciones que éstos le transmiten: "a veces, desalentados, nos retiramos al alcázar de nuestra estética especial, y en él moramos, como Belerma en la cueva misteriosa".